A M I G O S IV

                -  Crucemos de acera -  la sugerencia de Diego saca a Antonio de su ensimismamiento.

                  Efectuado el cambio de acera, una vez rebasado el Mercado Central, Campanero Chico y la parada del autobús de la línea Heras - Benitez, comienza el Paseo del Revellín. Es la calle Real por antonomasia. El edificio de Trujillo queda a la izquierda y la calle comienza en suave pendiente. Los naranjos se extienden por ambas aceras y en la primavera el olor a azahar invade todo el lugar. Una vez rebasado el Campanero Grande, uno de los bares por excelencia de Ceuta, los dos amigos se detienen frente a otro clásico de la cafetería, el Vicentino.

              -  Mira Diego, aquí efectuamos el desayuno de primera comunión que celebramos los alumnos del Colegio Lope de Vega. Chocolate y bollitos de leche. Fué todo un acontecimiento, ya que como muy bien sabes, éste establecimiento, junto al de más arriba La Campana, era bastante chic en esa época.

             -  Vaya suerte. Cuando la hicimos los de " mi promoción ", en el propio colegio se habilitó el comedor existente en la planta baja y allí se nos ofreció el desayuno. Así que nada del Vicentino.

               El Paseo del Revellín continua su subida. Siguen los naranjos y van quedando atrás comercios tan significativos como Casa Vicente Martinez, Benoliel, Super-Roma, La Campana, etc. Comercios que han marcado toda una época en nuestra histórica e inmemorial Ciudad. Un poco mas adelante una vez rebasado el cruce con las calles Padilla y Méndez Núñez  a muy pocos metros, se llega a uno de los rincones  más bonitos de toda la geografía ceutí. Es prácticamente el final del Paseo del Revellín y el inicio de la calle Camoens. La plaza más popular y fotografiada de toda Ceuta, la Plaza del Teniente Ruiz. Construida en honor del héroe ceutí don Jacinto Ruiz de Mendoza, uno de los tres artífices de la epopeya del 2 de Mayo de 1.808 con el inicio de la Guerra de la Independencia contra el imperio francés. La plaza, pequeña, coqueta y de forma cuadrada, tiene en su centro un busto en mármol blanco del héroe "caballa". Una pequeña y humilde placa del mismo material donde sencillamente se lee " RUIZ, 1.808" continúa al pié que sirve de pedestal y que remata con el relieve de un ramo de flores adornado por un lazo. Éste busto fué realizado en el año 1.892. Lo rodea una pequeña verja y en su interior un diminuto jardincito le sirve como único adorno y protección, cosa que no ha imposibilitado la acción canallesca y vil de unos desaprensivos que por dos veces han derribado de su pedestal a tan egregia e ilustre cabeza.

               -  He aquí Antonio, uno de los sitios más entrañable y querido. Con toda seguridad el más fotografiado. ¿ Quién no tiene una fotografía en blanco y negro efectuada en éste lugar ? Uno de los hermanos Bernal, primero con la rudimentaria máquina de fotos sostenida por un trípode y cubierta en su parte posterior con una manga de tela y su cubito con agua que servía para el revelado artesanal. Después, con mayor técnica, la cámara colgada al cuello e invitando a los viandantes a fotografiarse. Entonces había en Ceuta dos sitios estratégicos para hacerte o que te hicieran una fotografía en plena calle, bién aquí o en la zona de la Glacial. En ambos sitios los hermanos Bernal siempre estaban al pié del cañón, en éste caso a pié de cámara.

             -  Sí, pero también éste lugar nos recuerda el desconocimiento en el que ha estado sometida nuestra ciudad.

             -   ¿ Por...... ?

             -  Sencillamente, si cogías años atrás un libro de historia que hiciera referencia a los sucesos del 2 de Mayo, o bien a la Guerra de la Independencia, sólo se mencionaban a los capitanes de Artillería Daoiz y Velarde. Practicamente nada se mencionaba del teniente de Infantería Jacinto Ruiz. ¿ Tal vez porque no murió en el acto en Madrid, sino en Trujillo a consecuencias de las heridas sufridas en la Capital de España ? E incluso cuando se menciona a Agustina Zaragoza Domenech, nuestra popular Agustina de Aragón heroína de los dos Sitios sufridos por la ciudad de Zaragoza, tampoco se mencionaba que fué trasladada a Ceuta con el grado de alferez y que vivió y murió en nuestra Ciudad. Pues bien, el orgullo de ser Ceuta cuna del héroe y lugar de destino y fallecimiento de la heroína, es cosa que tenía que ser pública y notoria a todo lo largo y ancho de España. Lo cortés no quita a lo valiente.

              -  Bueno, pero aquí cada año al llegar el 2 de mayo, se hace una ofrenda en memoria del Teniente Ruiz. Incluso antes se adornaba con material y armas la plaza y se oficiaba una misa de campaña incluyendo una pequeña parada militar.

              -  De acuerdo Diego, pero no es sólo aquí donde debe reconocerse hechos históricos como estos que contribuyan al mayor conocimiento de Ceuta. Se deben hacer en todos los lugares y sitios de España que sean posibles. El nombre y la españolidad de Ceuta debe ser pregonada constantemente a los cuatro vientos. La única ciudad de España que por plesbicito popular de nuestros antecesores quiso ser libre y soberanamente española

             -  Sabes perfectamente que la labor a desarrollar por las Casas de Ceuta en las diversas regiones de España, se basaba y se basa exclusivamente en dar a conocer el nombre y la historia de nuestra tierra en todas partes y lugar. Que no se olvide nunca que Ceuta es España. Aunque haya algún energúmeno que aún lo ponga en duda.

                 Antonio se ha exaltado y no puede remediarlo. Se considera un "buén caballa". Uno más de tantos, pero como todos, absolutamente todos  " saca el hacha de guerra " en cuanto parece ponerse en duda la españolidad de Ceuta y su amor por España.

                Diego asiente con ternura. No en vano sostuvo mil discusiones durante su etapa en la Región Catalana. siempre por Ceuta y con Ceuta. Por España y con España.

                Más fraternalmente unidos si cabe en su vieja amistad, los dos " veteranos soldados " dirigen su cansado andar por la calle Camoens. Rebasan el viejo Cine Apolo. Cruzan ante la entrañable Iglesia de San Francisco y detienen su caminar ante la Plaza de los Reyes. Ante los ya desaparecidos Jardines del Capitán Ramos.

                 -  He aquí otro eslabón de la cadena que tanto ata nuestra vida personal a la vida colectiva de la ciudad. Plaza remodelada y modernizada, pero que guarda en sus entrañas el néctar añejo de tantas y tantas vivencias. Lugar de juegos y divertimientos. Punto obligado y de encuentro de muchos actos y efemérides. El corretear en el jardín, El aroma de las flores, el guardar con prendas de vestir el sitio o lugar para imposibilitar que otros lo ocupasen mientras se eternizaba nuestra espera. Plaza que nos servía cual atalaya para la mejor observación en la Semana Santa, el Jueves de Corpus Cristie e incluso al querer ver y oir los coros en el concurso de villancicos en la Navidad.

                  -  También plaza de primeras citas, de primeros besos, de los primeros cigarrillos que el despertar a la vida nos exigía como tributo.

                     Ante estas palabras llenas de sabiduría que Diego ha expresado, Antonio ha sentido el aguijonazo certero y doloroso de una profunda y vieja herida que con el transcurrir de los años ha creído cerrada y cicatrizada. No es así. La herida permanece abierta, aunque algo menos dolorosa.

                    Diego ha leído en el semblante de su amigo que algo le ha hecho retroceder a cierto momento y estado. Algo le ha compungido el alma y le ha hurgado en lo más profundo de su ser. Espera paciente y en prudente silencio la respuesta o explicación de tal presentimiento. son muchos los años de amistad inquebrantable transcurridos. Sabe que no se equivoca. Que hay algo que aprisiona y lastima la inmensa humanidad de su amigo. Aguarda y espera. No hay mejor terápia, que abrir el corazón y expresar lo que durante mucho tiempo se ha llevado oculto en el interior. La verdadera amistad está en eso, en confiar plenamente en otra persona y compartir con ella no sólo las alegrías, también las penas y sobretodo el saber que hay alguien que nos escucha.




( continuará )