02 febrero 2007

Maldición.

Me juraste amor eterno,
que sin mi, no vivirías,
que yo era tu soporte,
era tu luz,
era tu guía.
Bellas palabras
que de tu boca salían.
¡ Iluso de mi ...
... yo las creía!
Bastó mi breve ausencia,
no de unos meses,
sino de días ...
y esas bellas palabras
se transformaron
en serpientes enfurecidas;
quedaron atrás,
quedaron lejos,
fueron olvidadas,
fueron incumplidas.
Abriste una puerta
que según tú,
pideron abrieses hace días.
Así pues ... ¿y tu promesa ? ...
falsas palabras,
todo mentira.
No guardaste mi ausencia,
no me respetaste,
me tracionaste,
¡Dios te maldiga!

OFELIO.

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