Mientras tanto, los vestuarios y duchas están ubicados dentro del propio Cuartel de Infantería. Allí se desvisten y visten los jugadores de los diferentes clubes, haciendo el acceso al terreno de juego a través de una verja a la que se ha quitado uno de sus barrotes para hacerla más amplia y que está situada a la altura del corner y pasando entre las filas de los espectadores. Mayor originalidad, imposible. El orden público lo mantienen una pareja de policias nacionales que cuando la cosa está " muy apurada " tienen la ayuda del retén de guardia del acuartelamiento. Alguna vez los árbitros han tenido que salir por piernas y han buscado protección y refugio en Casa Lola, una tienda de comestibles y bebidas colindante con el gol Este y que para tener acceso a ella, sólo hay que cruzar la carretera del Pozo del Rayo, justo donde comienza la Cuesta del Hacho. Algunas veces se han producido algún pequeño incidente, pero sin mayor relevancia o transcendencia. Mis buenos amigos Monteoliva, como hijos de la dueña de dicho establecimeinto, pueden dar fé de ello.
La rivalidad entre los diversos equipos que vienen a competir es manifiesta. Equipos de Tánger, Tetuán, Larache, etc. Equipos del Protectorado Español. Un equipo muy peculiar y a quien todos queremos es el Imperio de Riffien. Es el equipo representativo de nuestra Legión, concretamente del Tercio Duque de Alba afincado en Riffien. Formado por legionarios, de los cuales todos los legionarios son socios y cuya junta directiva está compuesta por Oficiales del Tercio.
Años mas tarde, habiendo ya España dejado el Protectorado, los partidos de futbol son disputados por equipos de aficionados, juveniles, infantiles, etc todos federados en nuestra Ciudad. Entre otros, tenemos al O'Donell, Fundador, Otero, Africa Ceutí, Diamante, Villajovita, etc. Los partidos se suceden unos tras otros, pues son muchos los equipos y un sólo terreno de juego. Por eso bien temprano empiezan los enfrentamientos que vienen a concluir sobre las tres o cuatro de la tarde. Aficionados, juveniles, infantiles, etc.......todo un rosario de vestimentas de múltiples colores se suceden sin cesar. Madrugones y bocadillos de todas las tendencias. Los diversos técnicos y delegados distribuyendo las últimas consignas, mientras se devora, el chope, mortadela, atún o chorizo correspondiente.
Entre los delegados, entrenadores y encargados de los diferentes equipos reconocemos a Manolo del Vollajovita, con su delgadez característica y sus gruesas e inconfundibles gafas. También está don Gabriel, un Sargento Legionario que prepara a un equipo infantil llamado Los Fenómenos. Visten una zamarra de color verde y es una auténtica delicia contemplar como juegan estos pequeños pero grandísimos jugadores. Reconocemos a Chito, Berrocal, Román, Morales, Luis, etc.
Así va trancurriendo la mañana dominguera mientras el sol va declinando lenta, muy lentamente, como si no quisiera perderse ningún partido. Sobre las tres de la tarde es cuando abandona el recinto deportivo la mayoría del público asistente. Hay que recordar que muchos están desde antes de las ocho de la mañana viendo futbol sin parar y los estómagos están pidiendo el típico, sabroso, español y dominguero " cocido ". Además, por la tarde toca el Alfonso Murube, dende juega nuestra Sociedad Deportiva Ceuta.
Así pues, abandonamos tan entrañable lugar y volvemos sobre nuestros pasos más o menos contentos, pues depende del resultado o resultados de nuestros equipos preferidos. Así es el Campo de Futbol del Ocho o del Cincuenta y cuatro, como mejor queramos llamarlo. Así es su gente, así es su ambiente................así era hace ya muchos, muchísimos años.......
OFELIO
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