30 junio 2006

Luz de vida.

Transcurren mis pasos por el sendero,
caminan y besan los limoneros;
la alondra se agita y emprende el vuelo,
la aurora ahuyenta todos los miedos.
Miedos y pesares que en mi anidan
por los disgustos y penas que da la vida;
bien yo quisiera pasar siempre de ellos,
pero vuelven y vuelven sin desconsuelo.
Si la luz alegra y da la vida,
el gris y el negro volver porfían
anteponiendo penas a la alegría;
llenando de angustia el alma mía.
Cuanto consuelo me trae el alba,
pues las negras pesadillas ya no traspasan,
se quedan atrás, se quedan lejos
pues a la vida, amar yo quiero.

Ofelio.

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