31 enero 2009

PARQUE DE SAN AMARO (Continuación)

RECUERDOS DE CEUTA ( 1.950 - 1.960 )

Accediendo por las escalinatas que bordean el estanque, entramos en un paseo. Palmeras y flores en su mitad lo separan y dividen en dos. Grandes y encalados bancos de mampostería nos acompañan en su recorrido hasta unas amplias escaleras granuladas para evitar posibles accidentes si resbalamos, unen de nuevo a ambos paseos en una coqueta y acogedora plazuela. Continuamos por ya único paseo flanqueados por altos y olorosos eucaliptus y algún que otro pino piñonero. Mariposas de todos los colores pululan por doquier. De vez en cuando un hermoso pavo real nos alegra el recorrido. A la izquierda, parten pendientes caminitos que nos conducen a la blanca ermita de San Antonio. El paseo principal, después de otros tramos de escaleras, nos situa frente a una gran jaula ocupada por monos. Es enorme, pues ocupa toda la plazoleta. En el interior de la jaula, emerge una pequeña montaña con estratégicas pequeñas grutas donde se resguardecen los simios de la interperie o inclemencias del tiempo. Sus "inquilinos" siempre han sido dos y han provocado más de un susto a los osados visitantes que saltándose las mas estrictas normas de seguridad, han sobrepasado la valla protectora de seguridad y se han acercado en demasía a los primates. Rotura de ropa o pérdida de algún mechón de cabello ha sido las consecuenciasde tal osadía.
Metros mas arriba, a la izquierda, un blanco merendero nos protege en caso de que alguna lluvia inoportuna viniese a interrumpir nuestro idílico paseo. Obvio es decir que es el lugar preferido para los arrumacos de las numerosas parejas que pasean su amor por tan maravilloso rincón.
El paseo continua entre verde vegetación y acogedora sombra hasta una pequeña fuente a los piés de un gran palomar. A la izquierda parte una pequeña senda que lleva a la vivienda del guarda encargado de la custodia del parque. Siguiendo el caminito y bordeando el palomar por la derecha, paralelo a todo el recorrido que hemos efectuado del parque y a una considerable altura, llegamos a un escondido merendero cubierto de pinos. Desde él, se puede contemplar una de las vistas más bonita de nuestra hermosa Ciudad. En los atardeceres caballas, cuando el sol en pleno ocaso va trasponiendo la Montaña de la Mujer Muerta, los últimos rayos de sol bañan de rojo y oro el Puerto y el Estrecho. Se forma en completa armonía un conglomerado de luz y color muy difícil de narrar. Hay que esta ahí, en ese romántico y acogedor merendero y extasiarse del espectáculo. Las palabras sobran. El espíritu se enaltece y un extraño sentimiento nos recorre el cuerpo. Han pasado y pasarán años, el espectáculo sigue ahí y permanecerá siempre mientras haya alguna persona que quiera contemplarlo. Se han sacado cientos, miles de fotografias desde ese merendero en cuestión. Pués bien, hay que estar en persona "allí" para apreciar en su esplendor tan extraordinario espectáculo.
Desde el merendero y por un pequeño caminito de cemento bien acondicionado y completamente llano, bordeando hacia la izquierda lo que anteriormente hemos recorrido hacia la derecha pero a mayor altitud, llegamos a San Antonio. Todo está rodeado de pinos. Una pequeñas y blancas casitas protegen y resguardan a ésta querida ermita. Su interior es reconfortante y acogedor. Su temperatura es de agradecer en los calores del verano. El Santo que da nombre a la ermita preside su altar mayor. Es un verdadero lugar de reposo y de meditación. algunos años mas tarde, concretamente en 1.964 será reconstruida en su totalidad por el Ilustrísimo Ayuntamiento de Ceuta. También se remodeló la explana exterior donde está situado el monolito que conmemora el Paso del Estrecho y que contiene las huellas en cemento de los pies del General Franco. Se instaló el palo mayor del buque Cañonero Dato ( hundido en la pasada contienda ) y otros accesorios marinos embelleciendo el lugar y transformándolo en Monumento Nacional digno de ser visitado. Desde éste balcón natural, la panorámica de la Ciudad y del Estrecho es magnífica.
Después de beber agua en una fuente cercana, emprendemos el descenso hacia el Parque ante el temor de que lo cierren. El descenso lo efectuamos mediante caminitos perfectamente señalizados u otros menos acondicionados, pero que todos ellos nos resultan entrañables. Así, entre pinos y flores, entre eucaliptus y retamas, entre recuerdos y nostalgias, abandonamos éste pulmón verde tan profundamente caballa.
Así es, así era nuestro Parque de San Amaro hace ya muchos, muchísimos años......

5 comentarios:

  1. Bonita y acertada descripción!,de nuestro san amaro!!,como siempre,bravo ofelio!!, y gracias por recordar ese pasado(y algo presente) de este jardín!!. paco. un caballa.

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  2. Bravo ofelio,buena descripción de ese, nuestro jardín de siempre, de nuestro san amaro de ayer y hoy. gracias. paco, un caballa.

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  3. Anónimo11:19 p. m.

    Ofelio escribe como los propios angeles.

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  4. Todavia me acuerdo de cuando hacia un dia luminoso de esos claros de Poniente,se solia decir !"!que dia más bueno!hoy hace un dia para ir a San Amaro!.en realidad deciamos (sanamaro),
    o sí algún amigo te hacia una trastada a modo de imsulto le decias !anda que eres mas feo/a que la mona de sanamaro!...Bueno Ofelio te felicito! nos haces revivir recuerdos de nuestra infancia y juventud.Saludos Catalina.

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  5. Ay! se m'ha colat una "m" que no calia!jaja

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