01 septiembre 2009

Puente Almina (continuación)

Recuerdos de Ceuta ( 1.950 - 1.960 )

El Puente es también el lugar preferido para poder contemplar los desfiles procesionales. Muy particularmente la procesión del Encuentro que se efectúa en sus inmediaciones.
Son muchas las fotografias que podemos contemplar de Ceuta y en todas ellas, éste sitio es uno de los más fotografiados. Se observan pequeñas o mas grandes transformaciones, pero no es hasta el final de la década de estos años 50, cuando el lugar se transforma completamente. Concretamente entre los años 1.956 al 1.962. Se abrirá por abajo la comunicación con el Mercado de Abastos. Por el zoco. Desaparecerá el varadero, se ensanchará el tramo hasta igualarse con los Jardines de San Sebastián y se construirá en su centro una espléndida fuente. Al lado quedará establecida la parada principal de los autobuses que nos conducen hasta Hadú, almadraba o Benitez. Dará en fín, al nacimiento de la Plaza del General Galera Paniagua y que muchísimos años mas tarde se denominará de la Constitución.
Formando una curva hacia la izquierda, está la paradas de autobuses verdes, los típicos que nos trasladan hacia el exterior. Unos metros mas abajo tiene su inicio el Paseo de las Palmeras. A la izquierda los archifamosos comercios Comestibles Cosío y la Ferretería. La parada de taxis y la bajada hacia el zoco del mercado.
Frente al Puente y ocupándolo plenamente, se extiende la fachada principal de nuestro Mercado Central. Un gran reloj resalta sobre ella. Dos pupulares cafés se extienden a uno y otro lado de la subida hacia el interior del mercado. Abajo, locales comerciales, churrería y administración de loterias. La acera es un contínuo fluir de viandantes en una u otra dirección. Las mujeres entran y salen del mercado continuamente. Se cruzan, se paran, se saludan, se detienen a conversar. Si observamos atentamente éste detalle, sobre las doce del medio día, apreciamos que cuando son las doce en punto, se oye el tronar de un cañonazo procedente de la Fortaleza del Monte Hacho, indicador de dicha hora. Su efecto es inmediato, se deshacen las tertulias femeninas y todas las "caballas" parten raudas hacia las diferentes paradas de autobuses, conscientes de que es la hora en la que tienen que preparar el almuerzo familiar. Las despedidas son rápidas y apresuradas. Es todo un fenómeno muy particular y que se repite diariamente.
Cruzando la zona que conduce a la otra rampa de acceso al zoco y a la zona de las pescaderias, nos encontramos con un café de vieja solera ceutí. El Campanero Chico. Todo cubierto de cristalería y de hierro repujado pintado de color verde. Se accede a él subiendo una pequeña escalera de cuatro peldaños. A la izquierda y a todo su largo se encuentra la barra. El resto del salón, ocupado por típicas mesas de mármol con patas de hierro y con negras sillas a su alrededor. Las partidas de dominó se suceden a todas horas. Tomarse un café en un lluvioso día de invierno, bajo la protección de tanta cristalera, es un espectáculo sensacional.
Saliendo del Campanero Chico, a pocos metros se encuentra la vieja parada de autobuses de la linea Heras-Benitez. Estos sufridos autobuses de color rojo y amarillo nos llevarán calle Real arriba, hasta la Plaza de los Reyes, bien a la Glacial, Plaza Azcárate o hasta las mismas Heras. En ésta parada de autobuses, teniendo a su derecha las escaleras de acceso a la Plaza Vieja y donde comienzan las primeras mesas situadas en la misma acera y que pertenecen al Campanero Grande, ponemos punto final a lo que es practicamente el Puente. Justo aquí, entre idas y venidas, entre risas y despedidas, entre coches y autobuses y donde ya se percibe el aroma de azahar de los primeros árboles que adornan nuestro Revellín, se acaba lo que es, lo que era nuestro Puente Almina, hace ya muchos, muchísimos años...........

4 comentarios:

  1. Afriquita gomez4:32 p. m.

    Que bien describe usted la sicología del cañon de las doce. ay.....cuantos y buenos recuerdos nos traen sus relatos. Gracias señor Ofelio
    Afriquita Gómez

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  2. Sigo con verdadero entusiasmo estos maravillosos recuerdos. Lo describe de una forma que se vive en plena intensidad. Se lo leo a mi padre que es de Ceuta y que tantas veces nos habla de su Perla del Mediterráneo. Desde Asturias un abrazo.Juan Román Castañeda

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  3. Juan del Sarchal4:41 p. m.

    Ceuta hoy está muy bonita, es verdad, pero tal como usted la describe haciendo recordar aquellos años, todos los de mi edad quisieramos a vivir tal como entonces se vivia. Paso casi a diario por el puente y intento recordar como era entonces y la verdad que usted lo borda.gracias de un paisano. Juanma

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  4. Por un lado casi me quedaba con el puente antiguo…

    Paseando por Ceuta

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