01 junio 2010

Hadú ( continuación )

Recuerdos de Ceuta ( años 1.950-1.960 )

Metros mas adelante el comercio de Tejidos Cruzado y el antiguo garaje ( transformado años más tarde en galería comercial ), nos acercan al popular Cine Astoria. Ésta sala de cine tiene la peculiaridad de que la localidad más barata, general, está situada precisamente delante del patio de butacas o platea, separada de ésta por un pequeño tabique. Por lo tanto la visión tan cerca de la pantalla es harta dificultosa e incómoda. Cruzamos la calle Romero-Córdoba que prolongada se transforma en Avenida del Ejército Español y baja hacia el Sardinero pasando por el Acuartelamiento de Artillería. Con el Cine Astoria a nuestra derecha, por la izquierda se extiende una enmarañada red de casitas de una sóla planta y muy blancas. De calles de cemento y sin aceras, donde conviven en perfecta armonía cristianos y musulmanes. Establecimientos diversos algo mas alto que la calzada y unos típicos cafetines, que nos invitan a saborear un reconfortante té con hierbabuena.
Sin dejar la acera del Cine Astoria, entre ferretería, pastelería y algún que otro bazar, llegamos a la parada de taxis de la barriada. Es el comienzo del acceso a la Plaza de Toros. Hace unos años, en las tardes domingueras o festivas, cuando había algún espectáculo taurino, casi no se podía andar por ésta zona debido al gentío. El bullicio era enorme. La afición a los toros está muy arraigada en nuestra Ciudad. Nuestro blanco y coqueto coso taurino, que precisamente se llamaba Coso Blanco, quedaba pequeño para poder albergar a tantos y tan buenos aficionados, no sólo de nuestra Ciudad, sino de todo el Protectorado Español y ciudades cercanas de la Península. Las mejores figuras del toreo y del rejoneo pasan por el albero ceutí; quedando grabada en nuestras retinas la inmensa figura de esa mujer montada en brioso corcel llamada Conchita Cintrón. Extraordinaria rejoneadora que no titubea un sólo instante cuando tiene que bajarse del caballo y terminar la lidia con la muleta. El aforo de espectadores era aproximadamente de 10.000 personas. En el albero caballa han actuado famosos matadores como Juan Belmonte, El Niño de la Palma, Ignacio Sanchez Mejias, Pepe Luis Vazquez, Pepe y Antonio Bienvenida entre otros.
Dejamos la Plaza de Toros atrás y proseguimos nuestro andar. Pasando la Cafetería Buén Gusto, a nuestra izquierda tiene su inicio la empinada cuesta de la carretera que baja hacia la Almadraba y a la cuesta del Gallo. Una multitud de pequeñas casitas la jalonan. Junto a un buen número de bares, están situadas las salas de fiesta Eritaña, Constantinopla y Parisiana que dan la "nota pecaminosa" al lugar.
Nuestro paseo nos aproxima a la Iglesia de San José, la cual da nombre a la barriada y cuyo acceso se efectúa por unas cortas pero amplísimas escaleras. Desde ellas y teniendo a nuestras espaldas un hermoso platanal, contemplamos las blancas paredes del Acuartelamiento de Regulares de Ceuta Nº 3. A la derecha, parte la carretera que lleva a Villajovita pasando por los grupos de vivienda Varela y Valiño ( los dos últimos Altos Comisarios del Protectorado )
Seguimos nuestro paseo con la fachada del Acuartelmiento de Regulares a nuestra derecha y una multitud de casitas a la izquierda con sus cafetines y comercios varios. Prosigue la carretera en dirección a los Rosales. A la izquierda el acceso a la cárcel nueva de los Rosales. A la derecha, junto a lo que años mas tarde se construirá la Comisaría, la Residencia de Oficiales de Regulares y el acceso a las viviendas del poblado indígena de la tropa.
Prosigue la carretera hacia el cementerio musulmán, Serrallo y el Príncipe. Es precisamente en éste cruce, donde finaliza practicamente la Barriada de San José o Hadú. Así que en éste lugar ponemos punto final a nuestro recorrido. Nuestro paseo ha sido largo y agotador, pero tranquilo y lleno de viveza. Cruzamos de acera y nos acercamos a la muy próxima parada de autobús. Volvemos al centro urbano. De nuevo, el vehículo marca Mercedes, de color verde nos transporta al centro de nuestra querida Ceuta.
El sol va cayendo lentamente, casi acariciando y envolviendo con sus primeras sombras a ésta entrañable y muy querida Barriada de San José o Hadú. Como nos guste mejor llamarla. Así es la Barriada, así es su ambiente, así es su gente, así era ya............ muchos, muchísimos años.......

OFELIO

2 comentarios:

  1. Anónimo3:35 p. m.

    Mi padre me habla del barrio en esos años. Dice que todos vivian bien y se respetaban. que era tal como dice este señor que por lo que se ve conoce y quiere a todos sin mirar si es musulman o no. Persona asi es bueno para ceuta. Alí

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  2. Hola Ofelio! hasta hoy no he visto tu contestación en "Ceuties..." y he querido contestarte pero desde allí no he podido,Por supuesto que me gustaria conocerte,ya el Pepito te diria quien soy !un hermano de su madre se casó con una hermana de mi madre así que nos convertimos en primos!!! per mi abuela era vecina de sus padres y yo paraba siempre alli con sus hermanas,también ibamos al mismo colegio al de la Marina Era una amistad entrañable!.Tengo ganas de ir a La casa de Ceuta de Barcelona. En el entierro del padre De Pepe me presentáron al presidente.Bueno Ofélio otro dia te comento este maravilloso artículo de Hadú.Saludos.Nina

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